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lunes, 14 de diciembre de 2020

EL INVIERNO

 


Hola Ester, esta es nuestra última actividad juntas, y para empezar con la actividad  tendrás que contestarme a estas preguntas: ¿Te gusta más el invierno o el verano? ¿Te gustan las Navidades? ¿ Qué sueles hacer con tu familia en Navidad?

Esta actividad es muy divertida ya que tendrás que descifrar lo que aparece en el siguiente poema llamado "el invierno". En este poema aparecerán unos dibujos y tú en los comentarios me tendrás que escribir el poema entero (no te olvides de esto), pero cambiando los dibujos por palabras. 

Para despedirme, te quería desear felices fiestas y espero que te traigan muchos regalitos los Reyes Magos y Papá Noel, que seguro que te has portado genial. Espero verte muy pronto. Un beso. 

Tu lazarillo favorito, PAULA. 




viernes, 4 de diciembre de 2020

DICTADO ERRÓNEO

 


Hola Ester, espero que estés super bien. La actividad de hoy es super divertida ya que vas a hacer tú de profesora. Te voy a poner un dictado que ha hecho un niño y vas a tener que corregir los fallos de ortografía que tenga. Tendrás que poner la palabra que está mal y escribirla bien; por ejemplo, si en el dictado aparece la palabra VOLBER tendrás que corregirla y poner VOLVER. 

Seguro que te sale genial, espero pronto tu respuesta. 


EL PRÍNCIPE FELIZ.

En la parte más alta de la ciudad, sobre una columnita, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz. Estava toda revestida de madreselva de oro fino. Tenía, a guisa de ojos, dos centelleantes zafiros y un gran rubí rojo ardía en el puño de su espada. Una noche voló una golondrinita sin descanso hacia la ciudad. Entonces divisó la estatua sobre la columnita.

-Voy a cobijarme allí -gritó- El sitio es bonito. hay mucho aire fresco.

Y se dejó caer precisamente entre los pies del Príncipe Feliz.

Pero al ir a colocar su cabeza bajo el ala, he aquí que le cayó encima una pesada gota de agua. Y después otra.

-¿Para qué sirve una estatua si no resguarda de la yuvia? -dijo la Golondrina-.

 Voy a vuscar un buen copete de chimenea.

Y se dispuso a volar más lejos. Pero antes de que abriese las alas, cayó una tercera gota. La Golondrina miró hacia arriba y vio… ¡Ah, lo que vio! Los ojos del Príncipe Feliz estaban arrasados de lágrimas, que corrían sobre sus mejillas de oro.

Su faz era tan bella a la luz de la luna, que la Golondrinita se sintió llena de piedad

-¿Quién sois? -dijo.

-Soy el Principe Feliz.

-Entonces, ¿por qué lloriqueáis de ese modo? -preguntó la Golondrina-. Me abéis empapado casi.

-Cuando estaba yo vibo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación, en el que no se permite la entrada al dolor.

Duránte el día jugaba con mis compañeros en el jardín y por la noche vailaba en el gran salón. Alrededor del jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz y, realmente, era yo feliz, si es que el placer es la felicidad. Así viví y así morí, y ahora que estoy muerto me an elevado tanto, que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar.

EL INVIERNO

  Hola Ester, esta es nuestra última actividad juntas, y para empezar con la actividad  tendrás que contestarme a estas preguntas: ¿Te gusta...